miércoles, 15 de mayo de 2013


MEMORIAS 
DE LA PARROQUIA DE
SAN JOSÉ DE OPORAPA
HUILA - COLOMBIA


Los datos más antiguos que se han podido recoger son de los años 1868 – 1870 cuando fue creado un rudimentario y modesto centro de culto que la resumida feligresía denominó “Capilla de San Ciro”, la cual estaba ubicada cerca al actual casco urbano.  Historiadores apuntan a que el primer sacerdote que celebró en mencionado sitio fue el presbítero Manuel Agustín Losada, residente en el Hato, hoy municipio de Tarqui.  Por motivos varios, este caserío fue perdiendo importancia por el auge que iba tomando otro caserío que terminó siendo lo que hoy es actualmente el casco urbano de Oporapa.  Hacia el año 1905 - 35 años después de la primera manifestación comunitaria de fe recogida - el señor Obispo Esteban Rojas Tovar, nombró en calidad de residente al Presbítero Silvestre Vargas en el poblado vecino de Saladoblanco, encargándole además la cura de almas del naciente caserío Oporapense;  su actividad pastoral se prolongó hasta 1913. 

Entre los años 1913 y 1920 estuvo la iniciativa por parte del Señor Obispo de la creación definitiva de la nueva Parroquia de Oporapa, pero fueron varios los acontecimientos para que la idea no fuera cristalizada.   Solo hasta el 21 de abril de 1920 por disposición de Monseñor Esteban Rojas Tovar, fue dado a conocer el decreto con el cual se erigía la nueva Parroquia de San José de Oporapa, el cual aclaraba que empezaría a regir desde el 8 de mayo de los corrientes.    Acto seguido, se designa como sacerdote residente al Presbítero Vicente Isaías Manrique Iriarte, quien se apresura a la inauguración del templo sin ahorrarse esfuerzo alguno.  La presencia del Padre Manrique se prolongo por 37 fructíferos años, que con un excelente testimonio logró promover grupos de oración y catequesis permanente.  Hacia el año 1933 llega el  Padre Rafael Forero, impulsor de la construcción de la casa parroquial, obra que se levantó con sudor y esfuerzo. 

Han sido 24 los sacerdotes que han pasado dejando un legado espiritual cada vez más profundo haciendo una llamado permanente a la conversión y a la santidad.  Sin embargo se destacan algunas obras de carácter social y comunitario que algunos de ellos han promovido tales como: la construcción de salones para la formación integral por parte del P. Juan Ángel Ortiz, la plazoleta parroquial promovida por el P. Manuel Santos Ortiz, el ornato interno del templo parroquial y la casa parroquial impulsado por los Padres Gilbert Gutiérrez, Aminadar Peña y Henry Artunduaga, la organización del cementerio por parte del P. Jacob Gómez.  Pero algo que es insuperable a las obras materiales, e imborrable en el corazón de los fieles, es la huella espiritual que todos ellos han dispensado y dejado por la administración fervorosa de los Sacramentos y el cultivo espiritual de los feligreses.

En el trabajo pastoral de esta comunidad cristiana, los párrocos han contado con la ayuda incondicional de los Hermanos Frailes Menores Franciscanos, que desde 1976 han hecho presencia en esta localidad trayendo bendiciones y gracias.  La presencia de esta comunidad religiosa se debe al Fraile Luis Guillermo Restrepo (Fray Leonardo de la Cruz), sacerdote antioqueño, quien llegó el 23 de abril de 1976 a Oporapa, buscando un lugar silencioso para construir una casa de retiros que se convertiría posteriormente en el convento para los novicios de esa comunidad religiosa.  La ubicación del sitio está en el centro poblado de “San Roque” al noroccidente del casco urbano.  Aprovechando la generosidad de la Señora Zoila Rosa Buendía, quien donó el terreno, se iniciaron los trabajos de construcción de la ermita el 14 de septiembre del mismo año con una Eucaristía y con la colocación de la Cruz la cual dio origen al nombre que lleva este sitio: “Convento de la Cruz”.  Desde entonces este centro poblado, el casco urbano de Oporapa y en sí toda la Diócesis de Garzón, se han visto bendecidas por la presencia de estos hermanos y por la colaboración en el ejercicio pastoral y cura de almas.  Diariamente no dejan de llegar personas a este sitio de silencio y oración en busca de paz y salud para sus almas.  Todos los frailes que han pasado por este santo lugar han hecho una labor pastoral impresionante, pero es de subrayar el incansable trabajo del fundador del convento, Fray Leonardo, y de un misionero a carta cabal, Fray Pedro Bautista del Corazón Inmaculado, quienes con un celo pastoral sin medida se dedicaron a buscar, sanar y salvar almas para Dios.  Sus sucesores, Fray José María de las Cinco Llagas y Fray Francisco Pio del Corazón Inmaculado, no menguan esfuerzos para que esta obra de bien no decaiga, sino que con la gracia divina den frutos al ciento por uno.

La suma de todos los esfuerzos pastorales desde 1868 hasta hoy, han hecho que esta Parroquia vaya creciendo en la dinámica de ser una comunidad evangelizada y evangelizadora; una comunidad llena de Dios.  Esto se ve en el fruto que hasta el momento se puede recoger y ver en la organización pastoral.  Hoy se cuenta en este campo con 64 comunidades y 5 grupos de permanecer y perseverar que van creciendo en la experiencia de la Nueva Evangelización; además con 17 praesidium que con una espiritualidad mariana bien cimentada, siguen propagando el amor a Dios, a María Santísima y a la Iglesia; está conformado el grupo de Monaguillos, pequeños servidores del Altar; se cuenta con diferentes ministerios de servicios pastorales, algunos ya conformados, tales como: Evangelización, Catequesis, Comunidades, Liturgia, Familia y Acción Social, y otros en proceso de consolidación: Jóvenes, Educación y Oración.

La expresión de fe del pueblo oporapense se vive y se siente en torno a las fiestas religiosas de mayor relevancia.  En primera instancia la fiesta en honor al Santo Patrono San José, fiesta que se celebra el 19 de marzo;   la fiesta en honor a la Virgen de las Lajas, la fecha en que se celebra es el último fin de semana de octubre;  obviamente están las fiestas de tipo popular: la fiesta a la Virgen del Carmen, las fiestas navideñas, entre otras.

Oporapa desde siempre se ha caracterizado por su fe, el calor humano de su gente, por ser un pueblo que en medio de las dificultades ha salido adelante; por eso todo lo que este pueblo se propone lo saca adelante.  Dios siempre tenga a este pueblo como a la niña de sus ojos y que su bendición no se aparte de él.

5 comentarios:

  1. Excelente proyecto, esperemos que de muchos frutos.

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  2. Que buena reseña, y que bueno que estos medios permitan conocer un poco más acerca de estos proyectos D

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  3. Que buena reseña!!!! y que bueno que se utilicen estos medios alternativos para informarnos de estos proyectos :D

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  4. Importante saber parte de la historia de nuestra fe, continuamos orando por cada uno de los proyectos que están en marcha por el bienestar espiritual de nuestro querido municipio, que cada vez se hace más grande en el camino de la salvación.

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  5. Quiero saber de que parte de españa era el padre vicente isaias manrrique iriarte

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